Mi esposa Teresa Fernándwez
comenzó su programa con el bossa nova "Chuva Delicada," de Luis
Bonfá, conocida en ingles como
“Gentle Rain.”
Teresa continuó con dos tangos en
concierto con The Free Spirits ensemble de The Raleigh Symphony Orchestra en
el Carswell Recital Hall, Meredith College, Raleigh, NC, el 13 de noviembre
2016, con muy buena acogida de la audiencia.
A
Don Nicanor Paredes
Venga un rasgueo y ahora,
con el permiso de ustedes,
le estoy cantando, señores,
a Don Nicanor Paredes.
No lo vi rígido y muerto.
Ni siquiera lo vi enfermo.
Lo veo con paso firme
pisar su feudo, Palermo.
El bigote un poco gris,
pero en los ojos el brillo,
y cerca del corazón
el bultito del
cuchillo.
El cuchillo de esa muerte
de la que no le gustaba
hablar... Alguna desgracia
de cuadreras o de tabas.
(Recitado)
De atrio más bien fue caudillo,
si no me marra la cuenta,
allá por los tiempos bravos
del
ochocientos noventa.
Si entre la gente de faca
se armaba algún entrevero
él lo paraba de golpe,
de un grito o con el talero.
Ahora está muerto y con él
cuánta memoria se apagan
de aquel Palermo perdido
del baldío y
de la daga.
Ahora está muerto y me digo:
—¡Qué hará usted, Don Nicanor,
en un cielo sin caballos,
sin vino, retruco y flor!
Alguien
le dice al tango
Canción
Tango que he visto bailar
contra un ocaso amarillo
por quienes eran capaces
de otro baile, el del
cuchillo.
Tango de aquel Maldonado
con menos agua que barro,
tango silbado al pasar
desde el pescante del
carro.
Despreocupado y zafado,
siempre mirabas de frente.
Tango que fuiste la dicha
de ser hombre y ser valiente.
Tango que fuiste feliz,
como yo también
lo he sido,
según me cuenta el recuerdo;
el recuerdo fue el olvido.
Desde ese ayer, ¡cuántas cosas
a los dos nos han pasado!
Las partidas y el pesar
de amar y no ser amado.
Yo habré muerto y seguirás
orillando nuestra vida.
Buenos Aires no
te olvida,
tango que fuiste y serás.
Esa ráfaga, el tango, esa
diablura,
los atareados años
desafía.
Hecho de polvo y tiempo,
el hombre dura,
menos que su liviana
melodía.
Jorge Luis Borges
Me vino a la memoria
salir nosotros con un ingeniero de la compañía, Guillermo Klapenbak, y su
esposa, en Buenos Aires. Al mercado del
abasto, rodeado de cafetines, dónde, según nuestro amigo, comenzó Gardel, “el
Morocho del abasto.” Otras veces a La Boca, otras a la Costanera. O en nuestra
casa, Teresa aprendía guitarra, y él tocaba muy bien, y cantaban tangos y
zambas argentinas.
Teresa, con su versatilidad, entonando al estilo y pronunciación porteños.
O domingos en casa del primo Alberto, en la casa del
padre de él en Flores. El tocando el piano y cantando, y Teresa y
amigos de él, tambien, con Teresa incluyendo algunas canciones cubanas y
españolas.
Recuerdo un día,
invitación a las 7 PM un cocktail party por el Gerente de Price Waterhouse,
terminando puntualmente a las 8:30. De ahí, al Il Pozzi del Poeta, Av. del
Libertador, a las 9 PM, despidiendo a unos cubanos que se iban de BA. Y al
final de la noche a un apartamento de unos amigos en Olivos, con varias
personas y Teresa y otros cantando. Y cuando ya era de madrugada, a las 2 AM,
se aparecía otro de sus amigos, y se le hacía tiempo para que cantara arias.
En cuanto a cenar, muchas
veces gastos de la compañía, los bifes de chorizo, chivitos asados y hasta una
“carbonara” que resultó una pariente cercana del ajiaco cubano. Y los precios,
para nosotros que me pagaban la mitad en dólares depositados en una cuenta en USA, y
la otra mitad en pesos argentinos al cambio corriente. Nos daba holgura durante
el tiempo que era US$1=Pesos 350; íbamos al Chalet Suizo, Av. del Libertador, a
cuadra y media de la casa, nosotros y los tres hijos, bifes de chorizo, copas
de vino, postres y café por unos pocos dólares al cambio corriente. Y cuando comenzó
una devaluación del peso, un año antes de
irnos, la mitad del
salario se convertía en un burujón de pesos. (Creo que recordar que en unos
pocos meses el peso se devaluó de 350 a cerca de 2,000.) También recordamos los
alfajores Havvana en Mar del Plata,
las medio lunas en las dulcerías, y el vino Norton.
Y las canciones de moda
entonces, en clubes porteños, “Balada para un Loco” de Eugenia León (Las
tardecitas de Buenos Aires
tienen ese qué sé yo, viste? .. Yo sé que estoy piantao, piantao, piantao, trépate
a esta ternura de loco que hay en mí…Vení, volá, vení, tra…lalá…lará.) Y en El Canecon en Río de Janero, Roberto Carlos cantando su “Un
Gato en la Obscuridad” (Cuando era chiquillo que alegría, jugando a la guerra
noche y día, saltando una verja al verte a tí… Las rosas decían que eras mía, y
un gato me hacía compañía…)
Con la difusion de la
música argentina en nuiestros años en La Habana, quien no tenía en su mente la
estrofa “pisito que puso Maple,” Y estar caminando por Av. Belgrano en BA y
encontrar en una esquina la Mueblería Maple, dando validez al sentido de la
canción “Y Todo a Media Luz,” música de Eduardo Donato y letra de Carlos Lenzi.
Comentarios sobre el concierto:
Your performance was superb, your songs were so clearly delivered, sung, and
explained, You should have been in Hollywood. Felice Schillaci.
Teresa dear, you will never
know how much I loved seeing you on stage this afternoon. You were just
fantastic!!! You were born to perform! You sang beautifully and looked so
glamorous. Keep thee good work, it gives everyone so much pleasure. Elaine
Baker, her first voice teacher.
El concierto fue algo muy
especial y nos gozamos mucho. La voz de Teresa es como un ángel y toco mi corazón. Ojalá que
pueda tener otro concierto donde Teresa canta todas las canciones. Lidia
Tiller.
Truly amazing. Even with a
cellphone recording one can appreciate the level of grace and talent of Teresa.
She's truly angelic. Lissette Saavedra.
You were magnificent, by far the best performance of the
concert!! We couldn’t stop talking about your performance while we were
in the car. You seemed very calm and collected on stage, very
comfortable. Your voice was in perfect tone, simply beautiful. I am
so proud of you and your accomplishments… BRAVO!!!!!
Barb Mamoulides.
Felicidades
a su esposa por sus éxitos. Uva de Aragón.
Bello y extraordinario.
Tu con tu memoria y ella con su arte. A estas alturas los dos siguen siendo
fantasticos. Albert Soriano.
Primeramente
muchas gracias por esa grata sorpresa que he visto en su último correo,
maravillosas anécdotas y la bella e indiscutible voz de su señora. René
Roselló.
Felicitaciones a
Teresa. Disfruté mucho tus narracioes. Gracias por compartirlas. Enrique
Lopez-Balboa.
Me encantaron tus experiencias
mostradas en tu blog. Te repito que tu mujer no deja de sorprenderme con
esas "declamaciones" públicas. Creo que tiene mucho que ver con
sus genes gallegos. Me hubiera gustado oir esas versions de los tangos con las
letras de Borges. Juan B. Ablanedo.
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